Lo que no te cuentan de emprender
¿Qué es emprender?
Emprender significa ser capaz de dominar las inseguridades y la incertidumbre y convertirlo así en una forma de vida donde, la adrenalina, es la principal protagonista. Emprender es algo más que una simple vocación. Para emprender hay que disfrutar de lo incierto y saber afrontar y entender el mundo.
Emprender es un sentimiento y una necesidad. Cuando un emprendedor tiene la necesidad de emprender no hay marcha atrás, es un impulso humano que no tiene mayor explicación. A la hora de emprender no hay que tener miedo al fracaso, ni si quiera contemplar esa posibilidad. Un emprendimiento va unido al riesgo y a la creación. Cuando emprendemos, el trabajo y los resultados dependen de nosotros mismos. Emprender es una gran responsabilidad y no es fácil acostumbrarse a ello. Por eso, emprender debe ir más allá de un simple deseo.

¿Es fácil emprender?
Nuestras previsiones a la hora de emprender nunca van a coincidir con los resultados obtenidos, tanto si sale mejor de lo previsto como si sale peor. Para emprender hay que saber analizar los fallos, corregirlos y volver con la ilusión cargada. Existe una larga lista de imprevistos que un emprendedor sabe que pueden darse, ya sea la pérdida de un proveedor, el hundimiento del sector en el que se está trabajando… Si se quiere tener éxito a la hora de emprender, el emprendedor debe pensar, corregir y actuar de forma adecuada. Sólo hay que confiar en aquellos que sepan ocuparse y hacer frente a sus problemas.
Una idea siempre va a ser redefinida, es decir, siempre van a existir modificaciones en el proyecto a medida que avance con el tiempo. El emprendedor tendrá que estar preparado para ajustar, adaptar y modificar su idea principal hacia lo que sea más conveniente, incluso si no le gusta.
Los emprendimientos no fracasan por si solos, sino que fracasan las personas que han participado en él. Los negocios no siempre son buenas ideas y, aunque la idea no es lo más importante, sí que lo es la forma que ésta tenga. Hay que tener voz propia dentro del mercado en el que se trabaje porque si no, estás hundido.
Un buen emprendimiento debe seguir un modelo de negocio sostenible y para ellos hay que saber distinguir entre buenas ideas y buenos negocios. La falta de financiación siempre dificulta el deseo de emprender. Todos los negocios necesitan un mínimo de capital para empezar a funcionar y para ello, se suele recurrir a inversores privados, como los bancos. Emprender no es sencillo, pero una vez se elige el sector adecuado en el que se quiere trabajar, hay que hacerlo bien y dejarse llevar. No vale de nada ser un buen emprendedor si el sector no es correcto ni rentable. Para que un sector sea apropiado no hay que centrarse en si es pequeño o grande, sino en cuánto crece con el paso del tiempo. Cuando un sector tiene mucha demanda pasa a ser poco rentable y la competencia puede llegar a ser feroz.
¿Qué cuestiones hay que tener en cuenta para no fracasar en un emprendimiento?
Para no fracasar en un emprendimiento hay que tener la capacidad de afrontar las dificultades, tener un alma luchadora y una gran capacidad de sufrimiento entre otras muchas cosas. Un buen producto necesita constancia y perseverancia para que tenga éxito.
A la hora de emprender hay situaciones en las que decidimos asociarnos. Los emprendedores sin experiencia son propensos a buscar compañeros por miedo y no por verdadera necesidad. Este es el primer fallo que hay que tener en cuenta. Es mejor emprender solo que mal acompañado pero, la gente prefiere llorar junta que reír separada. En definitiva, si no le queda más remedio asóciese, pero un buen emprendedor sabe que es mejor solo.
Es importante también dejar claro en todo momento quién es el líder porque no todos pueden hacerlo. Un buen emprendedor le da un gran valor a su intuición a la hora de tomar decisiones importantes y a su velocidad para rectificar a tiempo.
La elección de los socios es primordial. Sus socios pasarán a conocer todos sus problemas así que es importante compartir la misma escala de valores y principios morales y éticos similares a los suyos, pero lo más importante es que su socio no tenga un carácter parecido al suyo. Es importante que los socios tengan un carácter distinto y que esto haga un trabajo de complementación entre ambos. Hay personas que no son útiles pero saben disimularlo, por lo que hay que rodearse de gente que nos aporte valores, conocimiento y sean sanas y honestas.
Antes de asociarse es recomendable pactar con la otra persona como van a separarse en el momento en el que haya que hacerlo para así evitar conflictos en el futuro. Una vez se decida la mejor manera de separarse, los emprendedores sabrán cuál es la mejor manera de asociarse. La comunicación, comprensión, confidencialidad, etc. entre socios debe existir y ser los pilares fundamentales en toda asociación.
En el sector en el cual se quiera emprender dependerá parte de nuestro éxito o fracaso. Muchas veces el sector no es una decisión que se medite con tiempo y esto acaba pasando factura. No elegir el sector en el cual se quiere trabajar realmente es una mala decisión porque el sector te tiene que motivar muchísimo. La ilusión debe de ser el motor de todo.
Saber gestionarse es importante a la hora de emprender y cada emprendedor es lo bastante inteligente como para saber cuál es su momento de retirada. Muchos emprendedores crean lazos tan fuertes con sus negocios que son incapaces de desprenderse de ellos por lo que, el último factor del fracaso sería saber retirarse a tiempo.